Junto con el comienzo de la época estival, diciembre y enero son los meses en el cual los Pilpilenes se encuentran en pleno proceso de reproducción. Durante estos días, a lo largo de nuestras playas y dunas, se pueden encontrar nidos con huevos y polluelos recién nacidos, por lo cual llamamos la atención a turistas y residentes de las zonas costeras a poner atención en la presencia de estas aves playeras que se encuentren en sus zonas, evitando el contacto directo con las aves, no tocando en ningún momento los nidos o polluelos; y respetar las normas que impiden el uso de vehículos en playas y dunas de nuestro país.
Dependiendo de sus zonas de distribución en nuestro país, este fenómeno afecta especialmente a las tres especies de Pilpilén que habitan en Chile, Pilpilén negro (Haematopus ater) cuya distribución se encuentra entre Arica al Cabo de Hornos. De la misma manera afecta al Pilpilén (Haematopus palliatus), que es una de las especies más extendidas en Chile, desde Arica a Chiloé, y que también podemos encontrar en escasos números hasta el Estrecho de Magallanes. En la zona más al Sur de nuestro país, encontramos al Pilpilén Austral (Haematopus leucopodus), cuya distribución se encuentra entre Chiloé y Tierra del Fuego.
Estas especies nidifican en dunas costeras y playas de arena entre los meses de fines de septiembre hasta enero, en el caso del Pilpilén, mientras que el Pilpilén negro nidifica generalmente en rocas costeras, playas con guijarros y con conchuelas, con posturas en el mes de noviembre. En el caso del Pilpilén Austral, este nidifica en playas arenosas, de conchuelas, pasto corto o algas muertas, entre septiembre y diciembre, según informa Patricio Ortiz, encargado del programa IBAS de CODEFF.
Por este motivo, debemos tener especial cuidado al transitar por playas y dunas. Como nos explica Débora Schiappacasse, del departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad de Algarrobo, en esta época se produce la crianza de los pichones, los que deben permanecer en tierra por aproximadamente 70 días desde que eclosionó su huevo, que es el periodo que las crías demoran en lograr dominar el vuelo. Por eso es en estos meses, espacialmente hasta febrero, es que los turistas deben estar atentos al transitar por el borde costero. La crianza de los polluelos se produce principalmente en los lugares en que las dunas tienen vegetación, donde las aves hacen nidos que tratan de camuflarse dentro del paisaje, nos explica Débora Schiappacasse.
Otra amenaza en época reproductiva de las aves playeras es el transitar de perros por las zonas de nidificación. Por esto nos recomienda Débora: Tratar de cumplir la normativa de tenencia responsable y evitar llevarlos a zonas naturales o transitar con los perros amarrados por las zonas de playa, dunas y humedales. Los perros son una de las principales amenazas para el equilibrio de los ecosistemas .
Otro factor de riesgo es el tránsito de vehículos por el borde costero. Existe desde el 15 de enero de 1998 la “Orden Ministerial Nº 2” del Ministerio de Defensa, la cual trata sobre la prohibición de ingreso y tránsito de vehículos en arenas de playa, terrenos de playa, dunas costeras y demás bienes nacionales que administra el Ministerio de Defensa, bajo penas de multa. Las denuncias por la infracción de esta norma deben ser realizadas a la Capitanías de Puerto de la Armada a lo largo del País.
Como nos resume Patricio Ortiz de CODEFF, debemos tener cuidado al transitar por estas zonas, puesto que muchas veces los nidos son pisoteados porque las personas no los ven. En otras ocasiones se invaden con visitas de turistas sectores de las playas en donde se asustan y alejan a las parejas encargadas de la incubación de los huevos y crianza de los polluelos y quedan abandonados. Pero el principal riesgo es el tránsito de vehículos 4 x 4 en las zonas de nidificación. Por eso si encontramos un nido, este solo se debe observar, no se debe tocar ni mover, puesto que si se hay huevos o polluelos, lo más probable es que estén sus padres cerca, concluye.
Fuente: CODEFF